Itziar Barrio (Bilbao/Nueva York, 1976) es una artista interdisciplinar que produce proyectos a largo plazo basados en la investigación en los que intervienen diferentes agentes y colaboradores. Reescribiendo las narrativas dominantes a través de las cuales se construyen nuestras sociedades, identidades y realidades, su trabajo abre futuros nuevos y emancipadores. Su última exposición fue comisariada por Johanna Burton, y su reciente catálogo monográfico ha sido publicado por SKIRA. Su obra se ha presentado internacionalmente en la 14ª Bienal de Shanghai, Salt Istanbul, ONX Onassis Foundation, MACRO, PARTICIPANT INC, MACBA, Museo de Arte Contemporáneo de Belgrado, Museo del Banco de la República y en la Bienal de La Habana. Recientemente ha sido galardonada con una beca Guggenheim 2024 y ha recibido premios de la NYSCA, el Consejo de las Artes de Brooklyn, el Departamento de Asuntos Culturales de Nueva York y la Academia de España en Roma, entre otros. Se ha escrito sobre la obra de Barrio en ARTFORUM, Art in America, The New York Times, The Brooklyn Rail, ART PAPERS y BOMB entre muchos otros. Es profesora en la School of Visual Arts (NYC) y en el Sarah Lawrence College (NY).
Zach Blas (West Virginia, 1981) es artista, cineasta y escritor cuya práctica aborda la materialidad de las tecnologías digitales a través del vídeo, la computación, la teoría, performance y ciencia ficción. Sus obras investigan las filosofías y los imaginarios que acechan en la inteligencia artificial, el reconocimiento biométrico, la vigilancia predictiva, la seguridad aeroportuaria, Internet y la guerra biológica. Ha participado en exposiciones y conferencias en Tate Modern (Londres); Walker Art Center (Minneapolis); la Bienal de Gwangju; Berlinale (Berlín); Matadero Madrid y ZKM (Karlsruhe), entre otras.
Sarah Derat (París/Londres, 1984) trabaja entre la escultura, la instalación y las tecnologías digitales abordando particularmente las resonancias de la inteligencia artificial y automatización sobre el lenguaje, los sistemas cognitivos y la sociedad a través de la arqueología y la antropología. Su obra ha sido recientemente expuesta en Super Dakota (Bruselas); Miart (Milan): Liste Art Fair (Basilea); Castor (Londres); South London Gallery (Londres); Sónar D+ (Barcelona); FRIEZE (Londres), entre otras.
Laia Estruch (Barcelona,1981) es una artista cuya práctica se desarrolla en el marco de la performance y en el umbral de la escultura, enfatizando la voz como principal herramienta de trabajo: un dispositivo de experimentación que le permite explorar la oralidad y la escucha, así como el carácter performativo del lenguaje, mientras transita y habita las estructuras objetuales y arquitectónicas que ella misma diseña. Su trabajo se ha podido ver en Fundació Joan Brossa, (Barcelona); La Virreina Centre de la Imatge (Barcelona); Festival Grec / Creació i Museus (Barcelona); Festival Poesia i + (Caldes d’Estrac); Festival Sâlmon (Barcelona); Museu de Valls (Tarragona); Fundación Joan Miró, Espai13 (Barcelona); CentroCentro (Madrid); Fundación Botín, (2018); Museo Picasso (Barcelona); CA2M (Madrid); Chapelle des the Beaux-Arts (París); Antic Teatre (Barcelona); Teatro Pradillo (Madrid); Centro Párraga (Murcia); Fundación Antoni Tàpies (Barcelona); y MACBA (Barcelona), entre otros.
Elisa Giardina Papa (Medicina, 1979) es una artista cuya práctica investiga el género, la sexualidad y el trabajo en relación con el capitalismo neoliberal y las fronteras del Sur Global. Su trabajo ha sido expuesto y proyectado en la 59ª Exposición Internacional de Arte de La Biennale di Venezia; MoMA’s Modern Mondays (Nueva York); el Museo Whitney (Nueva York); Seoul Mediacity Biennale 2018; XVI Quadriennale di Roma; Flaherty (Nueva York); UnionDocs (Nueva York) e ICA Milano, entre otros. Ha dado conferencias en el Pembroke Center for Teaching and Research on Women (Brown University), el Institute for Gender, Sexuality and Feminist Studies (McGill University), y el Global Emergent Media Lab (Concordia University), entre otros.
John Menick (Nueva York, 1976) es un artista y escritor que trabaja con la imagen en movimiento y los medios digitales. Su práctica toma forma en el ensayo, tanto escrito como cinematográfico, para abordar la ficción, la historia y la circulación de imágenes. Su arte visual y sus películas se han expuesto y proyectado en el MoMA (Nueva York); dOCUMENTA(13) (Kassel); el Festival Internacional de Cine de Rotterdam; Palais de Tokyo (París); CCA Wattis (San Francisco); y Artists Space (Nueva York). Sus ensayos y relatos han sido publicados por Walther König y han aparecido en frieze, The Believer, Mousse Magazine, BOMB, Spike Art Quarterly, Art in America y Witte de With Review, entre otras publicaciones.
Katarina Petrović (Belgrado/La Haya) es una artista e investigadora que trabaja con el lenguaje, la computación y varios fenómenos físicos incluyendo sonido, luz, el vacío y radio. Crea sistemas e instalaciones modulares analógicas y digitales, utilizando medios como texto generativo, poesía, sonido, software y performance. Petrović detenta un MMus (Master of Music) de ArtScience Interfaculty, Real Conservatorio y Real Academia de las Artes de La Haya, y un MFA (Master of Fine Arts) de la Academia de Bellas Artes de Belgrado. Es investigadora adjunta al centro de investigación trans-disciplinario Leo Apostel, Vrije Universiteit en Bruselas, profesora invitada en la escuela de posgrado School of Thinking, VUB y en ArtScience Interfaculty de la Haya. Es co-iniciadora de la plataforma ArtScience Forum, la radio artística feminista Femkanje, y miembro del espacio de artistas Trixie The Hague.
Marc Vives (Barcelona, 1978) canta y nada, entre las escénicas y las visuales. Trabaja con la materialidad de la voz en su potencialidad escultórica con el objetivo de infiltrarse en arquitecturas, paisajes y otres cuerpes y reformular un orden establecido. Ha mostrado su trabajo en Rogaland Kunstsenter (Stavanger); Redcat (Los Ángeles); etHALL (Barcelona); MACBA (Barcelona); Antic Teatre (Barcelona); CCEMX (Ciudad de México); Festival Grec (Barcelona); La Casa Encendida (Madrid); MUSAC (León); Collegium (Arévalo) o MAC PANAMÀ. Colabora con otres artistes, de 2002-2012 formó parte del dúo Bestué-Vives yendo a la Bienal de Venecia de 2009. Su ámbito de afectación excede la práctica artística y se dedica a la pedagogía, al comisariado o la gestión, buscando transformar colectivamente el modelo contextual. Recientemente ha comisariado el ciclo Secuencia, creado la Escuela de Voz y ha formado parte del equipo comisarial en La Capella, también dirige GRAF.cat desde 2013.
La exposición Una matriz herida. Grietas de la creatividad artificial, organizada por la plataforma einaidea en colaboración con la Universitat Politècnica de València, reúne a artistas, diseñadores y profesionales de la investigación artística para reflexionar sobre la colaboración entre agentes de la creatividad humana y redes neuronales, entes y entornos tecnológicos. Una matriz herida aborda el debate sobre la automatización creciente de los procesos creativos desde el punto de vista de sus grietas y espacios grises, de sus imposibilidades y límites, paradojas y fugas.
¿Cuánto cuerpo necesita una inteligencia artificial para poder legitimar culturalmente y justificar el sentido de sus producciones? ¿Cuánto del valor cultural es indisociable de la finitud, de la experiencia subjetiva y mortal del cuerpo vivo? Y, ¿cuánto pueden llegar a hibridarse nuestras prácticas —húmedas, risueñas, sangrantes— antes de quedar recalificadas o devaluadas por aquello que supuestamente las ayuda desde los entornos generativos sintéticos? El relato hegemónico en curso acerca del progreso de la IA narra el reemplazo, en ciertas zonas del imaginario, de lo que se conocía como “intuición” o “inspiración artística” por lo que ahora llamaríamos “capacidad generativa”. En este trance, nos parece casi ineludible evaluar las perspectivas de cuantificación y automatización, parcial o total, del trabajo cognitivo y estético. En cualquiera de sus manifestaciones establecidas y reconocibles, la memoria de las artes se transmuta en inmensos datasets y la reflexión histórica se torna en recombinación. La emergencia de ideas se desencuerpa. Y así, la persistencia de las idiosincrasias constitutivas del trabajo artístico y de diseño se convierte en motivo de dudas y sospechas, formuladas tanto por quienes temen la pérdida del carácter personal y expresivo de sus obras —desde posturas que a veces nos hacen pensar en autodefensas neoluditas o en un incipiente “nacionalismo humano”— como por quienes desearían externalizar —siguiendo intereses corporativos y extractivistas o ciertas nociones de eugenismo tech— completamente su producción y descentralizar radicalmente la economía autorial.
¿Deben considerarse los encuentros casuales, los traumas, los deseos no normativos, los caprichos, los accidentes y el ruido, como elementos clave de la investigación impulsada por el arte? En lugar de estudiar los productos de la creatividad artificial —como esas imágenes insulsas y efectistas que producen los diversos algoritmos generativos— queremos convocar el trabajo de artistas que se sitúan en el espacio intermedio, ambiguo, a veces indecidible, entre la producción analógica (es decir, indisociable de lo que llamamos cuerpo como aparato sensorial y motriz) y la creatividad asistida por redes neuronales artificiales. Trabajos que se sitúan entre la computación y la intimidad, que desafían a una u otra o dibujan sus posibles límites; que se radican entre el despliegue y la exploración de lo técnico y el repliegue que la reflexión crítica impone sobre los medios.
Carmen Montiel x einaidea, Estudio para Una matriz herida, 2021
A medida que somos testigos de niveles cada vez más altos de rendimiento de la creatividad artificial, se consolida una dependencia más profunda de la computación para cualquier operación cognitiva y de producción estética. Esto afecta al acceso a la información y su pre-tratamiento y distribución; así como a la definición de rasgos estéticos de los objetos culturales, particularmente en los ámbitos de la generación de imágenes, el diseño de interficies, la música… Asimismo, la computación avanzada ejerce una influencia notable en la valoración de impactos, a los cuales se asocian la gran mayoría de tomas de decisiones implicadas en la producción cultural. Como ha afirmado la escritora Tanya Anand: “Cuanto más trabaja un conductor de Uber, más rápido se vuelve redundante. Cuanto más informa un periodista, más rápido aprende un bot a escribir noticias. Cuantas más obras produzcan los artistas, más rápido un algoritmo de aprendizaje profundo puede imitar todas las formas de arte. Al hacer nuestro trabajo, estamos entrenando a la IA para reemplazarnos”.
Nos preguntamos sobre las interacciones persona-máquina y máquina-máquina en el espacio de la investigación artística, tanto en lo que esta tiene de académico como en lo que desborda el ámbito universitario y se desarrolla en el espacio público o los mercados del arte. En el marco de la universidad, las formas de cuantificación de los saberes se vuelven cada vez más dependientes de la tecnología. La investigación impulsada por el arte aparece, por su parte, como un campo cuyo progresivo reconocimiento institucional corre paralelo a importantes transformaciones en la noosfera. Estas transformaciones se convierten rápidamente en fuerzas estructurantes y sus protocolos buscan ávidamente penetrar la investigación artística, dar cuenta de su esencia cualitativa hipotéticamente irreductible, con objeto de alimentar cada vez mayores esperanzas de optimizar el ámbito de la formación.
La exposición Una matriz herida presenta una selección de obras de arte así como de documentos y materiales de investigación que señalan espacios que la tecnología generativa puede bordear pero no ocupar ni recubrir, grietas o manchas o, si se prefiere, heridas: expresiones de una matriz que es indisociable tanto de su fragilidad como de su imposibilidad de explicarse totalmente a sí misma. Se reconoce, se duele, goza, empatiza y, en esa medida, produce. En palabras del filósofo Ramon Amaro, ante la situación de avance acelerado de la IA “el rol de diseñadores o artistas es, de hecho, quizás simplemente permanecer fieles al rol de diseñadores o artistas, que es pura producción pero no en el sentido del capital sino en el sentido del ser”.
En ocasiones, las obras en Una matriz herida presentan procesos ayudados por o enredados con dispositivos de computación generativa, cuyos resultados escapan sin embargo a lo cuantificable (como la experiencia vital), lo computable (el valor de la emoción) o lo unívoco (un jadeo, un aullido). En otros casos, es la construcción de criterios ambiguos y patrones ficcionales la que se sitúa en zonas limítrofes de la computación, arrojando dudas hacia ella. Mientras que otras piezas muestran reflexiones críticas sobre el enredo de lo producible y lo reproducible, lo procesado y lo que procesa: ya sea la dificultad de los cuerpos humanos para habérselas con lo que la computación avanzada genera de desproporción respecto de nuestro habitar el mundo o nuestra capacidad cognitiva; ya sea la facilidad inherente de los cuerpos para seguir desbordando lo computable. Una matriz herida. Grietas de la creatividad artificial quiere expresar una urgencia colectiva y convocar a creadores, observadores y mediadores para abordar —aun de maneras oblicuas e irónicas— la problemática fascinación que produce la perspectiva de automatizar procesos experienciales y, en particular, la exteriorización del trabajo artístico respecto de lo que (aún) denominamos “cuerpos”.
1 Véase la documentación de la mesa redonda con la que concluyó la jornada “Creatividad humana e inteligencia artificial: ¿Simbiosis o parasitismo?” organizada por Eina Obra el 27 de septiembre de 2023, Barcelona. https://www.youtube.com/watch?v=FS80AJLNnjQ&list=PL3AbWIcj39FoaujmSDp57….
2 Tanya Anand, „Keywords“, Real Review, no. 13, Invierno 2022, p. 57.
3 Ramon Amaro en conversación con Yuk Hui y Rana Dasgupta, “Designing for Intelligence”, en Atlas of Anomalous AI, Londres, Ignota, 2020, p. 68.
4 Jara Rocha y Femke Snelting, Volumetric Regimes: material cultures of quantified presence, ed. Possible Bodies, Open Humanites Press, 2022. http://volumetricregimes.xyz.
Inauguración y Programa público:
La exposición Una matriz herida. Grietas de la creatividad artificial se inaugura en el campus de la Universidad Politécnica de Valencia el 25 de abril, e incluye trabajos de artistas como Itziar Barrio, Zach Blas, Sarah Derat, Laia Estruch, Elisa Giardina Papa, John Menick, Katarina Petrović y Marc Vives, a las que se unen elementos de investigación elaborados por el equipo curatorial y de diseño del proyecto: Manuel Cirauqui, curador y director de einaidea; Rosa Lleó, co-curadora de la muestra; Mireia Molina Costa, Carmen Montiel y Alexandre Viladrich, investigadores y diseñadores de einaidea. En el proceso de investigación y desarrollo de Una matriz herida han participado igualmente, a lo largo de los últimos tres años, investigadores, artistas y diseñadores como Elena Bartomeu, Erick Beltrán, Jo Milne, Lluís Nacenta, Jara Rocha y Pep Vidal.
La exposición ha sido producida por el Área de Arte, Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universitat Politècnica de València en colaboración con la Fundació Eina de Barcelona, y podrá visitarse en el espacio N-1 del edificio de la biblioteca central del campus de Vera de la UPV entre el 25 de abril y el 16 de julio de 2024.












