Elegía al Che es un poema de Joan Brossa reinterpretado por Xavier Olivé el año 1969 como ejercicio de la asignatura Taller de Color y Composición impartida por Albert Ràfols-Casamada.
Elegia al Che (1967) de Joan Brossa, creado con motivo del asesinato del revolucionario argentino Ernesto Che Guevara.
Joan Brossa, a pesar de tener ya una cierta trayectoria, aún tenía poca obra publicada y no era un autor tan conocido como lo sería a partir de los años setenta. No obstante, sus Poemas civiles (1961) y, sobre todo, los poemas visuales, ya comenzaban a tener una cierta reputación entre los jóvenes.
Antes de presentar su trabajo en EINA, Olivé visita a Brossa en su mítico estudio del ático de la calle Balmes, conocido por su suelo lleno de papeles y recortes de diarios que forzosamente se tenían que pisar para acceder, y le enseña la versión de su poema para que le dé el visto bueno. La afición de Brossa por la magia y los juegos, es el origen de la idea del rompecabezas que presenta Olivé.
El trabajo, formado por veinticinco hojas sueltas, cuenta con dos cubiertas totalmente limpias, sin título, ni indicación alguna de la autoría. El verso de la cubierta delantera muestra el retrato del Che Guevara.
Cada una de las hojas cuadradas contiene una letra del abecedario pintada sobre fragmentos en color de la bandera de la República de Cuba. Faltan las letras C, H y E, que forman el nombre del guerrillero. Al montarse, el rompecabezas forma, al mismo tiempo, el abecedario y la bandera cubana.
Aunque en aquella época ya se había extendido el uso del Letraset (proceso de transferencia letra a letra por contacto de la hoja tipográfica al original) en nuestro país, Olivé utiliza en este trabajo la popular trepa o plantilla, más conocida actualmente como estarcido o esténcil.
La técnica utilizada consistía en utilizar unos alfabetos perforados en planchas de zinc sobre la superficie a pintar, por encima de los cuales se pasaba el rodillo impregnado de pintura. Una técnica muy popular también para pintar imágenes y eslóganes en las fachadas de los edificios, y como recurso para los mensajes tanto de la ultraderecha, como de las izquierdas o los movimientos sociales en la calle, hasta el día de hoy.
El Taller de Color y Composición de Albert Ràfols-Casamada se centraba en la teoría del color a partir del estudio de los círculos cromáticos y los atributos del color como las escalas de valores, la intensidad o el tono. Una parte del programa que se complementaba con conceptos básicos de composición de imágenes. En esta asignatura los estudiantes tenían que preparar su propia paleta de colores, a partir de la cual elaboraban diferentes ejercicios de pintura con gouache. Las clases de Albert Ràfols se caracterizaban por la gran libertad que daba a los estudiantes para interpretar los ejercicios que proponía.
Programa manuscrit per Albert Ràfols-Casamada de l’assignatura Taller de color i composició (1970).
La obra reproducida, donación del mismo Xavier Olivé, forma parte del fondo de arte de la Fundació EINA.