Andrea Navarro ha sido finalista en los premios del Colegio de Diseñadores de interiores y decoradores de Cataluña (CoDIC) por su trabajo de final de carrera ‘EL COL·LECTIU. Proposició d’un nou espai a Barra de Ferro’.
¿Cómo valoras el reconocimiento que has recibido en los Premios CoDIC con tu TFG?
Sinceramente, no me esperaba absolutamente nada. Cuando lo vi la verdad es que estaba muy contenta e ilusionada. Detrás del proyecto hay muchas horas de trabajo. Siempre piensas en esas cosas que podrías haber mejorado y que te han quedado por hacer. Pese a todas estas dudas, ser finalista es motivo para estar muy contenta.
¿Por qué escogiste Barra de Ferro para plantear tu proyecto?
Mi historia con Barra de Ferro empieza un poco antes. En tercero estuve trabajando allí, en la sala de exposiciones. Cuando llegó el momento de hacer el TFG sí que tenía esta idea de qué hacer con el espacio. Era un poco distinto pero el planteamiento era el mismo. No acababa de encontrar el lugar ideal para hacerlo. En una de las conversaciones con una de las tutoras del TFG, Judit Colomer, que era la coordinadora del calendario de Barra de Ferro cuando yo estaba allí, me dijo “¿tú que has estado en Barra de Ferro, lo conoces y lo tienes por la mano, por qué no planteas esto que tienes allí?” Durante el día le estuve dando vueltas y eso que llega la noche y todavía le daba vueltas a lo que se podía y lo que no se podía hacer.
¿Cuáles fueron los principales retos que te encontraste en el proceso?
El reto nos lo hemos encontrado todos por culpa del coronavirus. Ya que era un proyecto que al final representa que es para los alumnos, mi idea era organizar un taller en Barra de Ferro y que distintos alumnos de todos los cursos participaran, discutieran y se hiciera un poco de taller para ver cuáles eran los deseos y las actividades que ellos consideraban que podrían funcionar allí. Y de aquí extraer información para desarrollar el proyecto. Al final esto no se pudo hacer. Entonces tienes que ir tirando del hilo: le preguntas a uno, le preguntas a otro y como yo también había estado allí había visto cuáles eran las cosas que habían funcionado mejor. Y así es como fui redondeando el proyecto. El principal reto fue cambiar el planteamiento que tenía.
También está Raúl Oliva, que hizo la reforma actual de la sala. Y esto te hace tener un poco de respeto. Allí está su trabajo y te planteas qué tocas y qué no tocas. Pero hablamos por teléfono y me dijo que hiciera lo que tenía que hacer y que no me preocupara por nada. Supongo que cuando te dicen esto respiras un poco mejor.
¿Cómo valoras tu paso por EINA?
Mi recuerdo de EINA, aunque acabe de salir, es que ha sido una etapa muy bonita. Creo que al final es como todo. Cada uno lo vive de una forma diferente y a mí me ha gustado estar presente. Además de estar trabajando en Barra de Ferro, acabas las clases, pasas las tardes con los compañeros y haces proyectos. Creo que tienes que vivir la universidad, que solo son cuatro años y pasan muy rápido. Después sales a la calle y te preguntas “¿y ahora qué hago?” Tenemos la suerte de tener a los profesores que tenemos y eso es algo que también se tiene que destacar. Siempre están disponibles, y lo mismo pasa con el TFG. Si necesitabas cualquier cosa te proponían una tutoría. Esto es muy importante para los proyectos.
Yo tengo la suerte de que estoy trabajando con dos profesores de mi etapa en EINA, que son Javier Nieto y Oriol Ventura. En febrero hará un año que trabajo con ellos y es lo mejor que me puedo llevar de EINA: poder continuar formándome y trabajar bien.
Andrea navarro CoDIC
Andrea navarro CoDIC
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